lunes, 31 de octubre de 2011

One-shot - Halloween Special.

¡Buenas! Lo que postearé acá es un one-shot de una fic que haré dentro de mucho, cabe decir que será un fanfic porque no será un original. Es sobre el programa Supernatural ó, en español, Sobrenatural. No lo vengo planeando desde hace mucho, tuve un sueño así y me atrapó de alguna manera así que decidí escribirlo. Para los que no lo conocen aquí va un pequeño resumen sobre lo que trata la trama. 


Jared Padalecki (Sam Winchester) y Jensen Ackles (Dean Winchester)
-Respectivamente-



'La serie describe las hazañas de los hermanos Sam y Dean Winchester, interpretados por los actores Jared Padalecki y Jensen Ackles respectivamente, quienes viajan a diversos sitios de Estados Unidos, a bordo de un Chevrolet Impala de color negro y modelo 1967, investigando y combatiendo sucesos paranormales e inexplicables, muchos de ellos basados en leyendas urbanas de la cultura estadounidense, además de criaturas sobrenaturales clásicas, tales como vampiroslicántropos y fantasmas.'
 Fuente: Wikipedia.
Bueno, aquí va... casi ningún personaje me pertenece. ¡Espero que les guste!


Supernatural - Halloween Special.


La música resonaba en las paredes de ese viejo auditorio. Miles de chicas hablaban, bromeaban, se maquillaban. Todas acostadas o sentadas en edredones y colchones los cuales estaban situados en el suelo.

Brittany Kramer (Amber Shwartz)
En una esquina, al lado de la entrada, las coordinadoras escolares vigilaban a las jóvenes, pero aún así se divertían cotilleando y tomando café.

Una adolescente en especial saltaba de colchón en colchón, molestando a sus amigas. Era bastante petisa para tener 17 años. De cabello ondulado y oscuro, sus ojos eran ámbar, su nariz era normal, ni muy respingada ni muy ganchuda. Tenía labios carnosos y cuerpo proporcionado con su altura.

Amber, ya quédate quieta!-ordenó una de las mujeres. Quien era la madre de la chica.-
-Sí, mamá.-musitó apesumbrada mientras se sentaba en su lugar.-¿Por qué no retas también a Denisse?-reclamó molesta.-
-Porque yo no molesto.-explicó su hermana mayor con aire de superioridad.-

La morocha bufó mientras rodaba los ojos. Pero a los pocos segundos pudo unirse a la conversación que sus amigas mantenían.

-

Ya eran las 3:05 a.m., afuera reinaba la oscuridad. Sólo se podía escuchar el chirriar de los grillos y el murmullo del agua recorriendo el canal cercano. A un medio kilómetro, había unos baños. Todo el suelo estaba cubierto con césped tan largo que parecía como si nadie mantuviera el lugar, lo que tal vez era cierto.

Ya era hora de ir a dormir.

Las luces comenzaron a titilar sin cesar, lo que les extrañó a algunas, otras se asustaron y las que quedaban lo pasaron por alto.

-¡Bien chicas, a dormir! Mañana será un día muy largo. Las que necesiten ir al baño, vengan conmigo.-habló la coordinadora más joven.-

Amber y unas cuantas más la siguieron. Caminaban por la penumbra de la noche, muchas asustadas más que nunca, otras tonteando por el camino, y ella estaba completamente callada. Había algo en ese lugar que le daba mala espina, algo malo sucedería, podía sentirlo; pero no hablaría al respecto debido a que sabía que lo pasarían por alto.

Ya estando en el servicio, todas cepillaban su cabello y sus dientes, además de hacer sus necesidades correspondientes.

-…encima se enojó conmigo cuando él fue el respondab…-contaba una estudiante cuando un grito desgarrador seguido por millones iguales, la interrumpieron.-
-Gina debe estar jugándoles su famosa broma de Halloween.-rió otra de las jóvenes.-
-¡OH, debo presenciar eso!-exclamó la morocha mientras se echaba a correr hacia el auditorio.-

Los gritos no cesaban, pero ella intentaba ignorar el hecho de que, probablemente, lo que sucedía allí dentro no fuera nada ni parecido a una broma de mal gusto.

Subió los escalones rápidamente pero al abrir la puerta se topó con algo increíblemente desagradable. Gargantas cortadas, cadáveres desparramados y sangre goteando en cada rincón. La planta de los pies de la joven se tiñeron de un rojo intenso y no pudo evitar soltar un grito lleno de terror que pugnaba por salir de su garganta, y aún peor cuando vio quien había hecho semejante ataque. Un hombre aparentemente joven, con un ojo tan hinchado que parecía como si fuese a explotar, la mandíbula dislocada, sin cuero cabelludo y un corte en su yugular se acercaba a ella lentamente con una navaja en lo que pretendía ser una mano, ya que le faltaban algunos dedos, y un intento de sonrisa en su pálido rostro. Ella pudo haber jurado que el hombre volaba unos centímetros sobre el suelo pero, a ese punto, ya nada le parecía poco sensato.

Llena de pánico, retrocedió unos cuantos pasos, lo que provocó que tropezara con una madera salida y rodara escaleras abajo, cayendo encima del descuidado césped. El asesino salió apenas un poco cuando, de la nada, comenzó a desaparecer hasta hacerlo completamente.

Amber lloraba, gritaba, intentaba levantarse pero sus piernas no se lo permitían. En ese mismo momento todas las otras llegaban con aire cansado y riendo como tontas.

-¡Am!-la llamaron entre carcajadas.-¿Qué haces aquí afuera? Está helado.
-N… no, no entren.-tartamudeó con un hilo de voz mientras que incontables lágrimas rodaban por sus mejillas.-

Todas la miraron como si estuviese loca, la coordinadora que las acompañaba la ayudó a levantarse, notando que no paraba de temblar, aunque no era de frío.

Pero al entrar se llevaron una sorpresa que ni siquiera Am se esperaba.

El suelo estaba cubierto del líquido rojo, pero no había ni un solo cuerpo o persona en el lugar. Pensando que todo seguía siendo una broma, comenzaron a llamar a las que habían desaparecido.

-¡Chicas, ya está! Vamos a la cama.-llamó la mujer.-¿Chicas…? ¿Amber, tú las viste?
-Ellas… Ellas estaban muertas, en el piso.-sollozó.-Había un hombre con… una navaja y… y… desapareció.-explicó, sabiendo lo extraño que sonaba, pero era toda la verdad.-
-Deberíamos llamar a la policía o algo así, no es muy seguro que anden escondiéndose por aquí a la noche.-sugirió una joven, la cual no le creía ni un poco a ella.-
-¿No lo entienden? ¡Están muertas!-sollozó la morocha desesperada.-

-

Dos hombres, quienes eran hermanos estaban sentados en un diner bar, uno tenía 26 años, era rubio de cabello corto y rubio con ojos verdes azulados, bastante petiso al lado de su hermano menor, al cual le llevaba cuatro años y era muy alto; de cabello largo y castaño pero con los mismos ojos que su hermano.

-¿Y bien, Sammy?-preguntó impaciente el mayor, quien devoraba desesperadamente una hamburguesa con tocino mientras hablaba.-
-Traga y luego hablamos, Dean.-condicionó el castaño mientras hacía un círculo en una noticia del diario que tenía en sus manos.-
-Ya dime, Lady Dí.-le arrebató el periódico de sus manos y se dispuso a mirar lo que, con tanta atención, su hermanito había estado leyendo una y otra vez.-

Desaparición en campamento.
Ayer a la noche, la policía recibió una llamada reportando la desaparición de casi 40 personas, mujeres específicamente, en el estado de Toledo, Ohio. Sólo hay un testigo, el cual jura que fueron asesinadas por un hombre de extraña e inusual condición física y luego desaparecieron. No se sabe si esto ha sido una broma de mal gusto pero el suelo del viejo auditorio donde el grupo de mujeres dormirían esa noche estaba cubierto de una sustancia roja, lo cual se sospecha que es algún tipo de tinta, pero la policía está haciendo análisis para descubrir la verdad de la desaparición de todas estas jóvenes.
La testigo dijo que el hombre desapareció en cuanto intentó salir a matarla a ella también y lo describió de una manera muy particular <<Era joven, debe haber tenido 23 años, tenía un ojo hinchado, un corte extenso en la garganta, la mandíbula rota… no entiendo cómo puede haber estado vivo>> testificó Amber Shwartz, hija y hermana de dos de las desaparecidas.
Otra de las chicas, llamada Emily Urk, negó fervientemente la idea de que alguien haya asesinado a las desaparecidas <<Todas nos están jugando una broma, y Amber solo está traumatizada debido a que siempre ha estado obsesionada con las cosas sobrenaturales, pero aún así, ya deberían dejar de esconderse, ya no es gracioso>>
El único suceso extraño antes de que el supuesto ataque sucediera fue <<Las luces titilaron un par de veces durante la noche, pero eso debería ser común, el lugar es bastante viejo>> dijo la coordinadora más joven, Juliet Rizk.
Mientras tanto, el campamento aún sigue debido a que las jóvenes no quieren irse sin sus compañeras.

-Luces titilantes, testigos traumatizados…-comentó Sam para luego bufar levemente.-Pobre chica.-susurró, sentía pena por la joven. Había perdido a su madre y a su hermana y la tomaban por loca.-
-Es en Toledo, queda a menos de una hora.-sonrió su hermano mayor, el cual no había escuchado nada de lo que el castaño había dicho.-

Salieron de ese lugar, se subieron a su Chevy Impala del 67, color negro; y se dirigieron al sitio determinado.

Mientras tanto, Amber estaba sentada en la escalera del auditorio, rodeando sus piernas con sus brazos y apoyándose en ellos mientras se balanceaba lentamente. Todas las otras se habían ido a dar el paseo planeado el día anterior, ella debía quedarse al lado de ese espeluznante auditorio y responder las mismas preguntas una y otra vez. Sólo quería despertar y que todo haya sido un sueño pero, lamentablemente, sabía muy bien que no lo era.

Recordaba cada detalle, algo que le dijera que su mente la había engañado en el momento pero no podía ignorar el frío que sintió cuando el asesino se le acercó, o el recuerdo de todos los cadáveres… de su madre, de su hermana, de su mejor amiga, Gina… No podía.

Sintió unos pasos frente a ella, lo que provocó que alzara su vista. Se encontró con dos muchachos, vestidos de traje. Los dos eran muy apuestos, pensó ella pero en ese momento ese tipo de estupideces no le importaban mucho.

-¿Señorita Shwartz?-preguntó el castaño.-
-¿Sí?-contestó apesumbrada, sabiendo lo que se avecinaba.-
-FBI, soy el detective Criss, él es el agente Colfer.-explicó el rubio.-¿Podríamos hacerle algunas preguntas?
-Já, ¿cómo Chris Colfer y Darren Criss?-preguntó sarcástica. Los dos la miraron sin entender ni una palabra de lo que había dicho.-De Glee.-explicó, pero ellos seguían igual de confundidos, lo que hizo que ella bufara frustrada.-Pregunten.-soltó finalmente dándose por vencida.-
-¿Puede contarnos lo que vio?-pidió Sam.-
-¿Para qué hacerlo? Ninguno de los otros me creyó, ¿por qué ustedes lo harían?-dijo desviando su mirada de los jóvenes.-
-Somos… distintos.-respondió Dean con impaciencia.-
-ella suspiró.-Sangre, cadáveres y un hombre.-resumió.-
-Y ese hombre, ¿podría haber sido parecido a este?-le alcanzó una fotografía vieja, la cual ella tomó con nerviosismo, los otros la habían ignorado inmediatamente, pero ellos ya tenían hasta una fotografía del posible sospechoso.-
-observó la fotografía unos minutos, efectivamente era él.-Sí, es él… ¿quién es?
-Paul Rehon. Lo asesinaron en este auditorio cinco mujeres y lo enterraron debajo.-explicó crudamente Sam, la chica sabía muy bien lo que había visto y no sería mucho shock.-
-Já, claro.-rió esperando que lo que acababa de escuchar fuese una broma de mal gusto hecha por dos agentes inmaduros, pero al ver sus expresiones serias dejó de hacerlo.-¿Es enserio?-preguntó sorprendida.-
-Sí, y necesitamos tu ayuda para detenerlo.-dijo Dean, en el camino habían ideado un plan el cual debía involucrarla debido a que el fantasma no aparecería a menos que hubiese una mujer cerca a las tres de la mañana. Y debían asegurarse de que, al quemar los restos, el espíritu también lo hiciera.-
-No son del FBI, ¿verdad?-murmuró mirándolos un poco aterrada.-
-No exactamente.-comentó Sam, un poco inseguro, era muy probable que la chica no aceptara hacerlo.-
-¿…Qué debo hacer?-soltó finalmente.-

-

El reloj dio las 2:50 a.m., los policias ya no rondaban afuera. Sam, Dean y Amber se colaron por la puerta trasera del lugar, sabiendo que, probablemente, se trabaría en cuanto el fantasma apareciera.

De su bolso, Sammy sacó un hacha y comenzó a destrozar el suelo de madera. Dean preparó algunas balas de roca de sal y algunos artefactos de hierro. Ella miraba atónita la situación, y comenzaba a arrepentirse de confiar en esos dos extraños, pero ya no había vuelta atrás, habían dado las 3:05 a.m. y el castaño aún no hallaba el cadáver.

Amber comenzó a caminar lentamente, volteando hacia todos lados, estaba completamente aterrada.

Pero algo la empujó tan fuerte que cayó de espalda a la pared, al igual que los hermanos. Se retorció de dolor en el suelo, abrió los ojos y se encontró con una mano deforme y una mandíbula dislocada, inundada por el pánico, se arrastró lo más rápido que pudo por el suelo mientras soltaba algunos gritos al ver al horrible espíritu. De repente desapareció, y se encontró con el rubio levantándola de allí.

-No… no dejes que me atrape.-tartamudeó mientras lloraba y se aferraba a la chaqueta de cuero del chico.-
-No te preocupes…-la abrazó con uno de sus brazos y luego se dirigió a su hermano.-Sammy, ¿apúrate, quieres?-insistió.-
-Creo que lo encontré.-contestó el aludido quitando un trozo de madera mucho más grande que los otros y buscando un poco de gasoil y fósforos. Aunque, justo en ese momento algo separó a la morocha de Dean, y nuevamente, el fantasma se acercaba a ella.-

Se arrastraba como podía sobre todo el auditorio, pero el dolor no le permitía hacer mucho, sospechaba que se había fracturado una costilla con el último golpe. El hombre la tomó con su mano normal y la elevó sobre el suelo. Ella cerró los ojos, asumiendo su muerte mientras que el asesino acercaba su navaja a la garganta de la víctima.

Pero cayó al suelo antes de que la llegara a rozar, mientras escuchaba un grito desgarrador por parte del espíritu.

Sam y Dean la habían salvado. El fantasma se había ido, pero aún así estaba huérfana…

-

-¿Entonces, eso es todo?-preguntó ella intentando aparentar indiferencia, pero luego de ver todos esos cadáveres debajo de el lugar, no había podido pensar en otra cosa. La policía había encontrado el lugar en semejantes condiciones y estaban buscando como locos a un responsable, pero la verdad es que no había responsable alguno.-
-¿Estarás bien?-respondió Sam con otra pregunta mientras la miraba preocupado. Ella simplemente se encogió de hombros.-
-A pesar de todo, fue bastante divertido.-rió sarcástica pero dejó de hacerlo cuando volvió a dolerle la costilla que se había fracturado la noche anterior.-
-Por cierto, mi nombre es Dean Winchester, y éste es mi hermano, Sammy.-explicó el mayor de los hermanos.-No somos de nada llamado Glee.-rió, Am sonrió divertida.-
-¿Puedo ir con ustedes?-soltó luego de un momento de silencio. Los dos la miraron completamente sorprendidos y los ojos abiertos desmesuradamente.-
-¿QUÉ?-exclamó incrédulo Sam.-¿Enserio lo dices?
-Sí, esta cosa de cazar… ayudan gente sin importar los riesgos que les esperan y es algo que me gustaría hacer, si no es molestia.-comenzó a jugar nerviosa con sus cabellos mientras se balanceaba de un costado al otro.-
-No queremos arruinarte la vida, si supieras lo que te conviene, no nos estarías pidiendo eso.-intervino el rubio un poco molesto, no quería echar a perder la vida de una joven, tenía toda su vida por delante y la quería malgastar por un poco de adrenalina y moteles baratos.-
-¿No te diste cuenta? Ya lo está…-torció el gesto luego de insistir.-
-¿…dónde vives? Necesitarás ropa.-soltó finalmente el más grande de los Winchester mientras tomaba su bolso.-

Sammy sonrió complacido mientras veía como la chica daba pequeños saltitos detrás de su hermano. Tal vez no era tan mala idea después de todo, su historia era muy parecida a la de ellos.

1 comentario:

  1. Si te soy sincera, he de admitir que no soy muy fanática de esta serie, pero tu forma de escribir es tan espectacular que me leere este fanfic sin miramientos *-* Me ha encantado y ya quiero saber sobre este trío *-* Claro que esperare jaja. Ya has advertido que dentro de mucho XD
    Cuídate!! Me encanto el One-shot

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